Punto de no retorno
Punto de no retorno
por Ali Smith
Ya estaba atardeciendo cuando he cogido el coche y tras conducir un par de horas he llegado al pueblo. "Bienvenidos a Taberno " reza un cartel a la entrada.
He aparcado, y caminando, he llegado a la puerta del local. Estaba ya abierto y he entrado directamente.
Estoy sentado junto a la barra desde hace ya un buen rato y por el momento sigue sin haber nadie que atienda.
Al otro lado de la estancia hay una puerta y una cortina y luz que pasa a través de ella.
¿Cómo pudimos hacer lo que hicimos? , me digo... ¿Sabíamos en lo que nos estábamos convirtiendo o fue lo que pasó lo que nos hizo ser así?
Éramos un grupo de personas, desconocidos los unos para los otros, que concurrieron una noche en un bar.
Confundidos, huyendo tal vez de los problemas de la vida, en aquella tarde noche lluviosa...
Necesito una copa. Definitivamente no me entra en la sesera. Es ésta, una de esas cosas qué siempre he considerado que jamás le podrían ocurrir a un tipo como yo.
Aunque, visto lo visto, tal vez, sea necesario ir aprendiendo, que lo que uno es, va transformándose con el tiempo.
Al poco de estar allí, he escuchado el ruido del motor de una motocicleta acercándose para detenerse después frente a la entrada.
Se ha abierto la puerta y ha aparecido la mujer rubia. Ha caminado en la dirección en que me encuentro y se ha sentado a mi lado sin mirarme.
Seguidamente, el ruido del motor de un coche acercándose, que se ha detenido frente al bar. Y transcurridos unos minutos han entrado los dos hombres afeitados al cero.
Ya estamos todos, he escuchado desde el otro lado de la cortina al tiempo que aparecía una segunda mujer. Morena, de estatura mediana. Sin duda, la misma que la de aquella desafortunada noche.
¿Qué cojones fue? Ha dicho alguien.
Yo sé lo que hicimos. Como sé también las veces que he intentado quitármelo de la cabeza sin ningún éxito.
Puedo escuchar aún el estruendo de la lluvia que caía, chocando violentamente contra el cristal del coche, con el limpia que no daba a basto. Había prácticamente que imaginarse las líneas de la carretera.
Los nervios, el cansancio, la sensación de estar al límite tras unos días extenuantes, qué se me antojaban más como sacados de la vida de otro...
Recuerdo que entré a este lugar, chorreando y a punto de caerme redondo al suelo, y que finalmente fui capaz de llegar hasta una silla y pude descansar.
Había varias personas más, mucho humo de tabaco en el ambiente y una luz bastante tenue. Un viejo ventilador de techo hacía bastante ruido al girar.
Bebí durante un buen rato y entonces todo se precipitó y me vi envuelto en algo que aún no se nombrar...Se que estaba ya bien entrada la madrugada aunque no podría precisar con exactitud una hora.
Y aquí estamos hoy, en el mismo sitio, las mismas personas. Y viendo que nadie se decide, voy a ser yo quien comience. Pero...¿qué decirles? , porque, en realidad...¿a qué hemos vuelto?, ¿acaso se puede enmendar algo ya?
Finalmente ha aparecido un camarero y le ha servido un vaso de algo a la morena. Ella ha estado mirando la copa muy pensativa durante bastante tiempo y sin levantar la cabeza.
Me pregunto... ¿quién es realmente?, ¿Qué la traería aquel día aquí?. Estoy seguro de que algo realmente terrible le tuvo que ocurrir para estallar con aquella furia.. ¿Un desengaño? ¿Una pérdida?
Algo más allá, también junto a la barra, la mujer rubia y con cara de pocos amigos, habla acaloradamente con uno de los dos hombres. Imposible escuchar la conversación. Tan sólo puedo ver que gesticula bastante. Mucho en realidad. Muchísimo.
Y el otro hombre, sólo, de pie junto a la única ventana del local, está mirando a través del cristal y en un tono de voz bastante considerable dice cosas del tipo: ¡¡desgraciado!!, ¡¡malnacido!!!, ¿¿como pude ser tan estúpido??
Y ahora, justo ahora, se acaba de ir la luz eléctrica en todo el local. Nos hemos quedado a oscuras. Totalmente a oscuras.
Nadie se mueve y reina un silencio extraño y e incómodo.
Permanezco en mi sitio y continuo recordando, intentando reconstruir aquellos
acontecimientos... Y me digo a mi mismo que parece que es cierto algo que una vez escuche...
"Qué quien más miedo tiene es por lo general quien más miedo puede hacer pasar a otros“
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