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I Concurso de Relato Breve

   Publicamos aquí los relatos recibidos en el primer concurso de relato breve que hemos puesto en marcha durante julio y unos días de agosto.  Un regalazo recibir y leer vuestras historias. Escritores valientes que deciden compartir con otros y dar rienda suelta a sus corazonadas.  Decía María Zambrano que escribir era defender la soledad en la que vivimos. Ojalá todos lo hiciéramos, seríamos más ligeros y felices, porque al fin y al cabo, expresar es sacar algo de la prisión.  Gracias también a los 3 amigos del jurado: Olga, Mariela y Patri. Amigos de La Libre y unos locos maravillosos de la cultura solidaria! Gracias por aceptar ser jurado de este concurso gratuitamente y con toda la entrega para la lectura, la reflexión compartida en los diálogos que hemos tenido después... gracias por querer formar parte de este pequeña familia.  ¡Gracias por vuestra generosidad!  ¡Seguid sacando las plumas!

A la misma hora

  Primer relato elegido por el jurado   A la misma hora   Por M.  Aquella multitud que llenaba la calle de sonidos, olores y formas volvía a estar allí. El señor de la cara de pena y el maletín de piel desaparecía entre la gente; la señora del chaquetón azul despedía a su hijo con un beso en la parada del autobús; la anciana empujaba el carrito de bebé con la lentitud de quien empuja su propia vida; la joven de la bicicleta rosa por fin encontraba una farola libre a la que encadenarla. Pero Isabel siempre esperaba impaciente a la niña que alumbraba el escenario de la realidad, siempre a la misma hora. La mujer que la acompañaba, que suponía que era su madre, le recordaba a su abuela en la única foto de juventud que había visto de ella. La misma sonrisa serena que la que resaltaba en el color amarillento de ese retrato. Se preguntaba si sería enfermera, como su abuela había querido serlo, pero las obligaciones de tres hermanas pobres y huérfanas lo habían...

Viernes tarde

  Segundo relato elegido por el jurado  Viernes tarde Por Martina Lovegood  Estamos en este bar dónde un día nos conocieron los camareros/as y sabían que nuestro grupo era de 4 con alguna excepción. Miro alrededor y creo que nos hemos sentado en casi todas las mesas de los dos pisos, sin mucho esfuerzo podría recordar cada corazón roto, cada drama laboral, cada viaje planificado, cada frase o palabra que pasó a nuestro vocabulario hasta el día de hoy. Estas paredes nos han visto licenciarnos, cambiar de trabajo, de pareja, de Apps para ligar, de champú o de crema de cara porque la piel cambia, como la vida, cambia con los años. Aquí hemos celebrado nuestras Navidades, cumpleaños y Sant Jordis. Hemos comido algo rápido antes o después de ir al teatro. Ese espacio nos ha visto crecer, evolucionar y convertirnos en las personas que somos en este momento. Sus mesas han vivido citas de nuestra época Tinder y unos días más tarde escucharon nuestra versión de ella contándosela ...

Sobre como el cuerpo y la mente no logran cohabitar

 Tercer relato elegido por el jurado Sobre como el cuerpo y la mente no logran cohabitar Por Somiatruites En el momento en el que rememoras el pasado/  no percibes la parte tan ínfima de realidad que contiene ese recuerdo En el instante en el que crees disfrutar del presente/ no imaginas que son tus neurotransmisores los que controlan tu estado y tus sentimientos... y no tú En ese punto en el que descubres que tus sentidos se han perdido en el futuro/ eres consciente que no es sencillo conseguir que el cuerpo y la mente cohabiten No suele haber acuerdo entre ellos, pero cuando lo hay, es cuando disfrutarás de tu interior, sosegado.

Motivos para ser feliz

Relato escrito por 3 niños de 8 años.   Motivos para ser feliz.  El Pez Borrón.   La vida es un gran juego en el que tenemos que aprender a disfrutar del amor. El amor de la familia es aquello que da sentido a la vida. La vida no tendría sentido sin la existencia de los abrazos de familiares y amigos.

Libros para Caronte

  Libros para Caronte Por L.L. Llevo aquí una eternidad, transportando las almas de los muertos al otro lado del Río... y nunca de vuelta... me encanta mi Río, mi hogar, dulce hogar, eterno y inmutable, yo amo mi trabajo que, se podría decir, sostiene el mundo entero (o como mínimo, el Inframundo), pero, aparte del placer, tengo el beneficio, ya que los fantasmas, pálidos, fríos y tristes, me pagan con dinero contante y sonante... así que para mi ningún paraíso es comparado con el perfecto y tranquilo infierno de mi vida.  Pero todo cambió un día, cuando apareció él... un hombre extraño, no triste, sino sorprendido un poco, él que dijo: "No tengo nada más..." y me dio un libro (¡me tomó por un tonto!!.. ¡está loco el tipo, sin duda!) Muchos días mientras yo transportaba a otros a través del Río y mientras regresaba para poner en el barco los siguientes fantasmas confundidos y temblorosos, él se sentó en una roca leyendo su libro, a veces mirando hacia atrás sobre...

Punto de no retorno

   Punto de no retorno por Ali Smith Ya estaba atardeciendo cuando he cogido el coche y tras conducir un par de horas he llegado al pueblo. "Bienvenidos a Taberno " reza un cartel a la entrada. He aparcado, y caminando, he llegado a la puerta del local. Estaba ya abierto y he entrado directamente. Estoy sentado junto a la barra desde hace ya un buen rato y por el momento sigue sin haber nadie que atienda. Al otro lado de la estancia hay una puerta y una cortina y luz que pasa a través de ella. ¿Cómo pudimos hacer lo que hicimos? , me digo... ¿Sabíamos en lo que nos estábamos convirtiendo o fue lo que pasó lo que nos hizo ser así? Éramos un grupo de personas, desconocidos los unos para los otros, que concurrieron una noche en un bar. Confundidos, huyendo tal vez de los problemas de la vida, en aquella tarde noche lluviosa... Necesito una copa. Definitivamente no me entra en la sesera. Es ésta, una de esas cosas qué siempre he considerado que jamás le podrían ocurrir a u...